Esta charla forma parte de una certificación que está dividida en seis sesiones. Hoy nos enfocaremos en las dos primeras partes, y si el tiempo nos lo permite, avanzaremos hasta la tercera. En caso contrario, retomaremos las siguientes etapas el próximo mes.
Hoy en día, muchas personas creen que para triunfar en los negocios es necesario ser agresivos, fríos y pensar solo en obtener beneficios, dejando de lado las necesidades reales de los clientes. Esto ha llevado a una cultura empresarial centrada en vender a cualquier costo, sin considerar la experiencia del consumidor.
Esto se traduce en malas prácticas de atención al cliente, tanto en pequeños negocios como en grandes empresas. El resultado: clientes insatisfechos, mala reputación y, eventualmente, pérdida de ventas. La realidad es que hoy el consumidor tiene el poder. Con internet, las opciones de compra son inmensas y lo que marca la diferencia ya no es el producto, sino la experiencia.
Inbound marketing es una filosofía centrada en ayudar a las personas. Se basa en ser empáticos, humanos y en crear relaciones de largo plazo ofreciendo valor antes de vender. En lugar de buscar solo cerrar ventas, el inbound se enfoca en atraer prospectos con contenido útil, acompañarlos en su proceso de decisión, y convertirlos en clientes satisfechos que recomienden tu marca.
Datos que respaldan esta filosofía:
Inbound no es responsabilidad exclusiva del área de marketing. Debe ser parte de toda la cultura empresarial: marketing, ventas, atención al cliente, producción… todos deben trabajar en conjunto con el mismo enfoque centrado en el cliente.
Hoy más que nunca, los clientes satisfechos son tu mejor medio de promoción. El boca a boca tiene un peso enorme en las decisiones de compra. Cuando haces un buen trabajo, incluso personas que no te conocen directamente pueden hablar bien de tu marca.